Nosotras

 

En algún momento hubo un big bang. Un momento en el tiempo, una chispa de luz que inició todo.

Habrá sido una tarde en lo de una abuela entre cremas y perfumes, o un encuentro fortuito con mujeres perseverantes de Jujuy. Lo cierto es que hubo un origen. El origen de este universo que es hoy la Clínica Brunet.

Es un universo que da lugar a otros, que integra, que cuida, que acompaña. Un Universo de gente conectada, un gran sistema en el que los elementos que los componen existen solo en interdependencia con los otros.

En este universo Elisa es el sol. Centro y referencia. Motor impulsor. Que da vida, que origina. Energía que fluye. Podemos pensar en la energía como el potencial para que las cosas sucedan, la capacidad de hacer y cambiar.

Celina es la tierra en movimiento continuo. Rota sobre su propio eje y se traslada alrededor del sol. Estos movimientos significan estaciones, es decir una situación de cambio permanente. Cada cambio tiene sentido y sucede en el momento justo.

Nada es al azar, todo pasa en conexión con la historia inicial.

 

 

Queremos que este universo se sienta. Que quienes se acerquen vean, vivan y formen parte del mismo. Una marca de cuidado para la piel que pone al paciente en primer plano. Pero no solo para cuidar su piel u ofrecerle un producto, sino para elevar su calidad de vida.

Una marca que conecta el origen con lo nuevo. Que conecta generaciones.

Sus gustos en libros, en viajes, en sabores, su mirada respecto del mundo que las rodea. Su respeto por el conocimiento y su vocación de educar. Características que le son muy propias, de sus tradiciones, de sus aspectos más identitarios.

La historia del Universo que queremos contar es la de la tierra y el sol. Un vínculo que trasciende todo y que le dió origen a esta historia. Un vínculo supremo y primario, y a la vez cotidiano y simple.

 

Esa historia es la de Elisa y Celina.